Cada vez que veo una película de Cesc Gay me enfurruño un poco la primera media hora. En plan,…mmmm….he venido al cine a ver algo que me distraiga y me permita volar un ratito …¿es necesario que me muestres tal cual los demonios/hadas internos con los que convivimos cada día? ¿Por qué me cuentas de nuevo esto….? –cara de pedir piedad- que yo ya sé …? Luego se me pasa. Y ya me he quedado maravillada y con los pies más en el suelo que un lunes. Y con las manos escondidas en las piernas como sus personajes. Cuándo me preguntan que he visto este fin de semana tardo unos segundos en concentrarme y no responder “ CRISIS”o “RISIS” ( by Delos) lo pienso dos segundos ( me he quedado demasiado inmersa en la excursión de la montaña, todavía no he regresado cómo para volver y contarte cómo se llama lo que veo…). Me gusto mucho En la Ciudad. La vida misma, la de mi entorno. Y con “Ficció” repetimos, es mas lenta, va a la misma velocidad que yo, se lo agradezco. Y aunque me dan ganas de decir que viene a ser Los puentes de Madison in Puigerdà, salgo y le susurro “vale, vivimos en el mismo planeta” y la interpretación de Eduard Fernández es exquisita. Exquisito todo.

Desde el metro de vuelta que discutimos sobre el valor de la acción o el valor del momento.

Y Susana vega a suspirar ( y eso que no ha visto el momentazo comida amigal de En la Ciudad)…pero ese sería otro post.