Especial subjetivo

sobre las elecciones catalanas:


Hoy hemos tenido festival del color. Hoy ha venido a actuar José Montilla. El hombre inanimado. Y lo que es peor, no me ha desagradado ( ¿sería que tenía mis expectativas a los pies?), estoy horrorizada. Semana tras semana poniéndolo de vuelta y media. Diciendo que este año iré a votar en algún estado alterado de conciencia. Porque claro… una tiene un civismo exacerbado que ¡yo quiero votar pero!. Nada, que para allá que nos hemos ido cuatro renegadotes: la Delos, Silvita, el hombre sin nombre y yo. Con la escombreta debajo del brazo para ir dándole zambombazos verbales con la vecina. Y cu
ando ha acabado era cómo cuando sales del cine y se miran todos diciendo “ yo no he llorado” yo no he llorado”… aquí igual ¿te ha gustado? …no…bueno…esto…. ¡¡¡¡¡Dios mío de mi vida!!! No he votado al Partido Socialista….ni con sus mejores galas – si es que las ha tenido- en cabeza. Y zas, esta vez…dado el peligro de que vuelvan los mismos que ya han estado 20 años me carcome eso del “voto útil”. Y tengo dudas, duditas, dudas… pero tomar la alternativa al PSC…con Montilla a la cabeza ¡me parece casi una burla del destino! Mis guionistas toman sustancias extrañas. Y constantemente. Total que nos ha contado eso de que nosotros somos la clase del esfuerzo diario, que nadie nos ha regalado nada, que sabemos lo que es ir a trabajar cada día, estudiar..bla, bla, bla. Total, que hasta he acabado haciendo un examen interno en plan “ la claseee del esfuerzo” “la claseeee del esfuerzo” ( esto se lee en plan fantasmal)..y yo pensando “ es verdad, me estoy columpiando en mis clases de francés, he de estudiar un poco más porque …..””soy de la claseee del esfuuuuueeeeerzoooo” . Estoy esperando una señal divina , porque me niego a admitir que , Montilla , el Cardenal Richelie ….el hombre sin sombra ni ná de ná. No lo hizo mal.

Hace unas semanas vino Artur Mas al sindicato. Fue un espectáculo. Todo energía. Un mago que saca conejos de la chistera. No le votaría, los tenemos muy vistos por aquí. Pero confieso que disfruté ( ¡¡cómo politóloga!!) , de ver cómo soltaba lo que le venía en gana, cómo en algunos momentos paradójicamente se puso a la izquierda de su público ( sindical) y encima soltó varias lindeces a los presentes, que con la misma sonrisa de oreja a oreja que él…le aplaudían. Un ejercicio magistral de surrealismo.

Aún hay dudas. Y yo me sigo informando y observando. El domingo veré al amigo Rovira. Jejejeje. Después de tan dispares impresiones. Miedo me da.

Por favor virgencita, que mañana se me haya pasado…. Glups!